Las monjas internas en el Monasterio de la Santa Familia de Manacor confeccionan las más finas mermeladas utilizando el método tradicional antiguo mallorquín, 100% natural, sólo fruta en grandes proporciones y azúcar.
Los frutos utilizados son de su propia cosecha y de los aportados a modo de contribución gratuita por los habitantes de Manacor.
Todas las recetas son antiquísimas, proviniendo la mayoría de la misma Orden religiosa, y han sido transmitidas de generación en generación.
El capítulo 48 de la regla de San Benito afirma: “Si las condiciones del lugar o pobreza exigían que ellos mismos se hiciesen las cosechas, que no se entristezcan, porque es entonces que son monjes de verdad, cuando viven del trabajo de sus manos…Que todas las cosas se hagan con moderación pensando en los más débiles”.
Los frutos utilizados son de su propia cosecha y de los aportados a modo de contribución gratuita por los habitantes de Manacor.
Todas las recetas son antiquísimas, proviniendo la mayoría de la misma Orden religiosa, y han sido transmitidas de generación en generación.
El capítulo 48 de la regla de San Benito afirma: “Si las condiciones del lugar o pobreza exigían que ellos mismos se hiciesen las cosechas, que no se entristezcan, porque es entonces que son monjes de verdad, cuando viven del trabajo de sus manos…Que todas las cosas se hagan con moderación pensando en los más débiles”.
Esta mermelada está elaborada a partir de ciruelas de la variedad autóctona “pruna de frare roig”, limón y azúcar.
La mermelada de ciruelas de la variedad autóctona “pruna de frare roig”, que se trata de una variedad reconocida y muy apreciada de la que destaca que su exterior presenta distintas tonalidades de verde y lila, sobresaliendo uno de sus dos costados. La forma es alargada, con pulpa amarillenta. La textura, suave, sin filamentos en la trituración, de aroma compacto y uniforme. Gusto dulce no ácido.
Producto artesano 100% natural.
Mucha fruta y poco azúcar, sin aditivos ni conservantes, para reafirmar el sabor de la fruta dejando un poco de lado la aportación dulce.
Producto de calidad que hace recordar las mermeladas que realizaban las abuelas.
